Visto en El Correo Gallego. Su autor es Alfredo Conde. 
ENTIENDO los problemas de la ortodoxia que lleva a algunos, no pocos,  a rasgarse las vestiduras ante la posibilidad de que Jesucristo, en vez  de morir en la cruz, lo hubiese hecho unos segundos después de haber  sido descendido de ella. El credo tridentino: "Fue crucificado, muerto y  sepultado", se dice en él y, lo que menos les importa, a este tipo de  personas, es todo lo demás. El ejemplo de vida de JC, el de su muerte,  el propio mensaje evangélico, el hecho de la redención en si mismo y así  hasta la exasperación o incluso el pasmo, que es lo que si nunca  hubiese sido testigo de la ortodoxia que siempre nos afecta a todos en  un grado u otro, me produciría este tipo de actitudes estrechas. 
No  se cuál será la ortodoxia propia del caso, que haber debe de haberla,  ni tampoco la opinión que ha de merecer tal libro cuando circule entre  nosotros, pero me voy a permitir echar no un cuarto a espadas, lo qué  sería mucho, sino tan sólo uno a oros, pues que se ofrece dorada la  ocasión de hacerlo, ante la lectura de un libro que llenó las horas  largas de un reciente vuelo sobre el Atlántico. Editado por la  Universidad Autónoma de Tlaxcala, el Colegio de Historia de Tlaxcala y  la Embajada de España en México, a través de su consulado en Tlaxcala,  acabo de leer La masonería como problema político religioso. Reflexiones históricas escrito que fue por José Antonio Ferrer Benimeli, sacerdote jesuita. 
Ignoro  si la masonería proviene de Egipto como sostienen muchos, si lo hace de  los alrededores del Templo de Jerusalén, como afirman otros, o si  proviene de lugares tantos como de los que llevo leído que procede, allá  cada quien con las ortodoxias que prefiera; el caso es que nunca había  leído, respecto de estos orígenes, nada que se me ofreciese tan sensato,  tan avenido a razón y discernimiento, como el relatorio que hace, este  sacerdote católico, de la procedencia de una orden como la masónica que  acoge a más de siete millones de personas en todo el mundo. 
Las  primeras cincuenta páginas del libro se me antojan impagables en este  sentido, ortodoxias aparte, por supuesto. El resto contiene una  documentada argumentación de los diferentes avatares que la masonería  lleva padecido en España e igualmente se trata, como en sus citadas  primeras páginas, de un trabajo serio y riguroso, acaso del más serio,  documentado y riguroso que se haya publicado nunca, o al menos así a mi  me lo parece. Por eso se lo comento a ustedes, lectores míos, entre los  que sin duda habrá más de uno al que le preocupe el tema o que al menos  les despierte la misma curiosidad que a mí me despierta. 
No sé si  la de un jesuita será "palabrita del Niño Jesús" refiriéndose a este  tema, pero si sé que a mi se me antoja sería y rigurosa, ecuánime y  ponderada, de forma que el lector pueda obtener sus propias conclusiones  con absoluta libertad, como no podía ser menos y es, al fin y al cabo,  de lo que se trata. 
Escritor. Premio Nadal y Nacional de Literatura 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe lo que quieras, pero no pierdas el tiempo ni me lo hagas perder a mí. Gracias.