La señora Martínez Lasierra dirige El Derecho Humano en España. Vemos esta entrevista en ABC. Una entrevsita bastante tópica, como puede verse.
Entre lo del «contubernio» y  la imprecación de «rojo masón», aún cargan ustedes con muchas  etiquetas. 
 -Que perduran, y de qué manera. Y es curioso, porque  gente joven que no tiene ni idea de la masonería aún carga con el  prejuicio de que se trata de algo horroroso. Y eso que no son de la  generación de mis padres ni de la mía, que mamamos esos ataques  constantes...
 -Quizá porque en pleno siglo XXI resulta fácil de entender  su veta filantrópica (defensa de la igualdad y de la tolerancia), pero  difícil no recelar de lo de la «iniciación» y el ritual, tan críptico. 
 -Pues es lo más importante en la masonería. Es el  aspecto de la espiritualidad. El camino iniciático del ritual nos sirve  para la mejora personal y para aprender a escuchar. Así cada uno  contribuye a construir el Gran Templo de la Humanidad. Si nuestro  objetivo fuera sólo la solidaridad externa, podríamos ser cualquier ONG,  nada nos distinguiría.
 -Cuénteme cómo se desarrolla ese ritual. 
 -Es muy fácil. En una tenida reunión de masones vamos  más allá de lo que de otra manera sería una simple tertulia gracias al  método, que es un ritual para conseguir un determinado clima en el que  lo que van a decir los demás no se escucha de la misma manera que si  estuviéramos en una tertulia. Hay un profundo respeto a la palabra del  otro. En nuestras tenidas, nosotros hablamos de «dejar los metales  fuera». Si traes preocupaciones porque has tenido un mal día, has de  dejarlos en la puerta.
 -¿Qué se cuece en una logia? 
 -La logia es un espacio simbólico y altamente  jerarquizado en el que a cada miembro se le asigna una tarea. Cuando  alguien está en el uso de la palabra, no se le puede interrumpir. Los  aprendices, durante un año, sólo escuchan y no intervienen. Trabajamos  sobre símbolos porque el hombre los ha utilizado desde siempre, ya que  expresan lo que somos incapaces de poner en palabras. Y cada símbolo no  tiene por qué significar lo mismo para todos porque para nosotros no hay  dogma.
 -Pero sí hay ramas masónicas dogmáticas. 
 -La otra gran corriente de la masonería defiende el  dogma de la creencia en la divinidad. Nosotros no tenemos absolutamente  ningún dogma. Para nosotros está la razón primero y antes que nada, pero  eso no quiere decir que en nuestras logias sólo entre gente que sea  adogmática o atea. Para nada. Somos absolutamente respetuosos.
 -Por razones históricas, en España se asocia masonería a  anticlericalismo. 
-La masonería no es así. Queremos que creyentes,  agnósticos y ateos trabajemos juntos por una espiritualidad laica. 
 -Y han promovido ustedes un «manifiesto laico» que  cuestiona el convenio Iglesia-Estado. 
 -Pero eso no es anticlericalismo. Fíjate que en Francia  en 1905 es el momento en el que se separan la Iglesia y el Estado.  Ahora se dice «qué problema el de los musulmanes», al ver que una  religión hace política. Por eso pedimos que la religión se quede en su  ámbito, que es el privado. Con lo cual no es que no queramos que la  Iglesia esté. Para nada. Pero sí que estén donde les corresponde.
 -Sus «liturgias», sin embargo, suenan a mecanismo  sustitutivo de la religión. 
 -No. Porque las personas hacemos rituales todos los  días, nos facilitan la existencia. Para nada hay que ligar el ritual a  la religión.
 -¿Cuántos masones hay ahora en nuestro país? 
 -Dos mil y pico. Cerca de tres mil si tenemos en cuenta  a los jubilados ingleses... Estamos en un periodo de reconstrucción. La  masonería no se ha llevado bien con las dictaduras (ni de derechas ni  de izquierdas) y la represión franquista sobre los masones fue brutal.  Porque trufar una sociedad de conciencias libres es muy peligroso para  los dictadores. No les gusta que sea una conciencia libre ni el profesor  de escuela ni el zapatero de la esquina...
 -¿Y el Zapatero de La Moncloa gasta mandil? 
 -Zapatero no es masón. Lo dicen para alimentar el  tradicional morbo de la relación entre la masonería y el poder, cuando  en la masonería liberal la participación en política no está entre  nuestros objetivos y en una misma logia puede haber masones del PP, del  PSOE o de CiU. Y hay un dato histórico: jamás una logia ni una  federación de masones se ha presentado a unas elecciones.
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