Este blog es, en realidad, un Bloc de Notas, donde apunto todo lo de interés que encuentro. Soy un masón nacido en Madrid. Aquí está, pues, mi hoja de ruta, donde consulto, entre muchos otros, el blog de Javier Otaola, de Ascensión Tejerina, Masonería Siglo XXI, La Gran Logia Simbólica Española, Pensamiento Masónico, El Observador Masónico, El Masón Aprendiz.. Actualidad Masónica y todo aquello que cae en mis manos, que no es poco. Mi objetivo, nada original: un camino ético donde encontrar sentido a una vida que, en este Siglo XXI, se antoja oscura y medieval en sus instintos, por mucho que nos quieran decir lo contrario. Soy progresista y agnóstico. Creo en la libertad individual y en la igualdad y la solidaridad, como focos para caminar. MD.

lunes, 19 de julio de 2010

"Es extraño que la masonería no haya llegado a Zamora porque en Portugal está muy extendida"

Lo vemos en La Opinión de Zamora. JUDIT CALVO Con un pensamiento universal más que local y atraída por la historia que encierran los muros Románicos de Zamora, la Gran Maestra de la Gran Logia Femenina de España ha recalado en Zamora para pasar sus vacaciones. Ella no hace proselitismo, pero cuenta a todas las mujeres interesadas lo que a ella le aporta formar parte de la organización que ahora dirige.

-Catalana de pensamiento universal...

-Mis ideas son internacionales, aunque sí pienso que la cultura catalana es importante. Como la zamorana, la andaluza... todas las culturas de las diferentes comunidades hay que tenerlas en cuenta. Mis padres son andaluces, yo nací ya en Cataluña y mis hijas son catalanas, pero una de ellas vive ahora en Bilbao y allí su hija ha aprendido euskera.


-Usted siente su tierra.

-Es un sentimiento de cultura, no de separatismo. Yo ahora trabajo para toda España y estoy muy contenta. Hay una ideología falsa de lo que somos los catalanes. Yo me siento catalana, pero también española y europea. Allí tengo mis raíces y yo quiero a mis raíces, como cualquier otra persona. Eso no impide que tengas un sentimiento de pertenencia a España, porque somos españoles.

-¿Cómo recala la Gran Maestra de la Gran Logia de España en Zamora?

-Tenía muchas ganas de conocer Zamora y las ciudades limítrofes, Salamanca, Ávila... contacté con Dirk, un amigo que tiene aquí una casa rural, y aquí estoy para pasar unos días de vacaciones. Me habían hablado muy bien de Zamora y me apetece mucho conocer la zona, las costumbres a la gente...

-¿Cómo comenzó su relación con la masonería?

-Hace 20 años vi un programa de televisión donde una mujer hablaba de los valores de la masonería y yo escuchándola pensaba, «esta mujer dice lo que yo siento», estaba conectando con ella. Años más tarde una amiga me dijo que iba a entrar en masonería. Yo le dije que me lo explicara y quise saber más y acabé por entrar. Pero el camino no es fácil, iniciarse en el conocimiento es complejo, pero consiguió que pudiera correr el velo de Isis que me tapaba los ojos, y pude ver la realidad. No se puede vivir en la ilusión y el conocimiento puede ayudar a las mujeres, a sus hijos, y a la sociedad en general.

-¿En qué situación están en la actualidad las logias femeninas españolas?

-La logia femenina sólo lleva cinco años como independiente, aunque está presente en España desde el año 1984. Fueron las hermanas francesas a través de Perpiñán, de los Pirineos, las que vinieron a transmitirnos sus conocimientos. Fue gracias al idioma catalán, que el vehículo que permitió que se entendieran unas con otras y que pudieran iniciarlas en la masonería femenina, porque ellas no conocían español, ni las catalanas francés.

-¿Qué supone el ser independiente de las masonas francesas?

-Somos una organización, una unión de federaciones que dependen de un organismo central. Ahora nosotras podemos crear nuevas logias, porque la patente ya es nuestra, somos independientes. Cuando vemos que hay suficientes mujeres en una Comunidad empezamos a trabajar para ver si se puede abrir una logia en esa zona.

-¿Sería posible que en Zamora se instituyera una organización de este tipo?

-Previamente tendrían que entrar en una logia que estuviera ya establecida, o acudir a la logia que acoge a todas las mujeres de España, y trabajar allí primero hasta que pudieran fundar aquí una. Si están dispuestas a viajar a Madrid cada dos meses, o a Gijón para conseguirlo. En Portugal la masonería femenina entró antes y hay muchas más mujeres que en España. Es raro que a Zamora no haya llegado, porque son el doble en el país luso que aquí. Ya tenemos mujeres de Salamanca y de Valladolid que van a Madrid para formar parte de la logia.

-¿Se puede contar lo que hacen dentro de la logia?, ¿O es secreto?

-Es como en un consejo de administración, cuando hablan de cuentas no trasciende, esto sería lo mismo. Por Internet deben correr los rituales, pero si tu lo adquieres fuera, te lo lees y no entiendes nada. Cuando hace fuerza es cuando se hace en la logia, a través del ritual, con todos los trabajos abiertos. Es una ceremonia en la que todas formamos parte, y se genera una fuerza que te ayuda a conectar con tu fuerza interna. Si te lo lees en casa no hace falta que te metas en masonería.

-La palabra masonería ya de por sí trae parejo un estigma. ¿Tienen que luchar contra él?

-¿Tú me ves rara? Todavía hay un estigma heredado de la época franquista, de gente que ignora el concepto, no han leído sobre él y lo relacionan con ocultismo, luchas de poder, conspiraciones... y para nada

-¿Y cómo trabajan?

-Hay un ritual de trabajo personal, que es definitiva la masonería, conseguir el desarrollo personal de cada uno. A través de los símbolos y el ritual nos conecta con esa parte de nosotras. Se hacen trabajos filosóficos, sociales...

-¿Es una forma de crecer como persona?

-Desde luego. ¿Dónde ha estado la masonería siempre?, en situaciones para encontrar la libertad, porque sus valores son igualdad, fraternidad y libertad, y allí donde no había, ha estado la masonería para inculcarlo. En la segunda República había muchos masones y también masonas en el Gobierno, como Clara Campoamor, Victoria Kent, etc. Hay tantas mujeres masonas que trabajaron por nosotras, y que consiguieron incluso el voto femenino...

-¿Les han llegado a tachar de feministas?

-Feministas no, porque tenemos muy claro que no lo somos. Trabajamos entre mujeres porque ha habido dos mil años de patriarcado y solo juntas encontramos nuestra esencia femenina. Algo que también sirve para que podamos ayudar a los hombres a que encuentren su sitio, porque ellos tampoco están donde deberían, tienen que ser fuertes, no se les permite llorar, etc.

-¿Ocupa mucho tiempo formar parte de esta agrupación?

-La mayoría de las mujeres tienen su trabajo fuera de la logia, lo que hacen dentro es crecer como personas y después traspasarlo a la sociedad. Depende de cada una, pero se suelen reunir un fin de semana cada dos, o uno cada dos meses...

-¿Se organizan actos hacia el exterior?

-Muy pocos. Sólo alguna jornada de valores femeninos como progreso social, o en el Ateneo de Madrid a principios de junio, que organizamos unas charlas sobre la laicidad, pero muy esporádicas. Tenemos pactos de amistad con otras obediencias laicas y progresistas de España, como son El derecho humano, el Gran Oriente de Francia, que también está en España y la Gran Logia Simbólica. Cualquier comunicado que hacemos al exterior lo hacemos juntos. La laicidad para la integración de los inmigrantes, pero la masonería es otra cosa, es trabajo personal, y en eso nos volcamos.

-¿Cómo surge la masonería?

-Los francmasones eran los antiguos constructores de catedrales que hacían al lado del edificio, en los locales llamados logias, reuniones en los que trataban temas de planos, números... como en esa época había mucho oscurantismo y la iglesia estaba muy metida en todo, trabajaban y discutían también temas científicos, que en aquella época alcanzaron mucha fama. No solo entre arquitectos, sino entre personas de profesiones liberales. Entonces, cuando se dejaron de construir catedrales, esas reuniones ya estaban instauradas y pervivieron hasta hoy.

-¿Y las logias femeninas?

-El el siglo XVIII para ser masón había que ser libre y de buenas costumbres, y ni las mujeres ni los esclavos podían serlo, porque se debían primero al padre y después al marido. Hay un sector de obediencias masculinas que siguen de acuerdo con estos pensamientos. Pero paralelamente, a finales del año 1700 hubo otra corriente que se dio cuenta de que las mujeres eran personas, y aquí empiezan a crearse logias ayudadas por los hombres. A partir de 1900 la Gran Logia Femenina de Francia comenzó a funcionar.

-Pensar en masones y logias lleva a imaginar capas, velas, todo oscuro...

-Ni capas, ni oscuridad, nada que ver, eso es pura imaginación y no refleja para nada lo que es una logia ni lo que hacemos las mujeres masonas.

-De secta ni hablamos...

-La diferencia de una secta y la masonería es que la secta para entrar te coge rápidamente, pero para salir es otra cosa. Aquí hay total libertad para salir, aunque para entrar hacemos entrevistas personales para saber si la persona solo viene a charlatanear. Se les explica qué es la masonería, se les leen los reglamentos, todo para qué sepan lo que es y si les sigue interesando entran.

Manresa, Barcelona (1956)

De ascendencia andaluza por parte de sus padres, Ana María Lorente habla de su pertenencia a la logia desde hace 14 años con una sonrisa permanente. Prejubilada por una enfermedad que le retiró de su trabajo en la gestión de un hospital, ahora vuelca todas sus energías a la masonería femenina. Su cargo de presidente le obliga a moverse continuamente por toda la geografía española, por donde hay fundadas logias en Barcelona, Madrid, Gijón, Gerona, Alicante, Canarias, Andalucía y próximamente se abrirá una en Baleares. Forma parte de la primera de las logias que se fundó en España en 1984. Separada y con dos hijas, considera el crecimiento personal como una forma de vida.

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